La vida

En el mangal, un árbol se balancea por la fuerza del viento. Algunos mangos caen, estrellándose en las piedras del río. Después, la corriente los arrastra entre hojas y palos. Una porción se vuelve agua, piedra, aire. Otros quedaron entre las zarzas, cubiertos de lodo, a un lado de los sapos que en la noche, platicarán lo mismo con la luna.

Siempre, hay en la inmensidad un viento fastidiado que jugará a los trompos de aire en la pradera: van y vienen, vienen y van, hasta que se aburre. Años después, dos mangos adolescentes apuntarán con sus espigas al cielo, darán fruto al pájaro viajero y cobijo a la luna enamorada de los sapos.

El cielo es un racimo pesado de luces y oscuridades.

Las buenas conciencias

Muy de mañana, Susi me esperaba sentada en un café de chinos. Cuando estuve frente a ella, pensé en la diferencia que había con aquélla que traté en la escuela del barrio. Se levantó para recibirme con un beso en la mejilla, y capté su olor a tabaco con noche.

De jóvenes concurrimos a los mismos lugares; y al caminar, las miradas de los varones siempre se movían al compás de sus caderas. Caminos diferentes nos separaron, ella fue de tumbo en tumbo; yo, entre las velas, el rosario y el recato.

Mientras sorbíamos el café, me confesó su deseo de darle un giro a su vida: poner un negocio de ropa, de costura y abandonar la vida en rosa. Me pidió una buena cantidad de dinero, en calidad de préstamo para rehacer su vida, cosa que aplaudí. Se lo prometí de corazón, ¡por los tiempos idos!

Claro, antes, continuaría trabajando -con los años de juventud que le restaban- en el salón privado donde noche tras noche se prostituía. Yo, como administradora de dichos negocios, le ahorraría un bono para su retiro.

La Curiosidad mata

 

LA CURIOSIDAD  MATA

 

 

 

La botella con los fulgores del sol cambiaba de color. El gato olisqueó cauteloso. Con la zarpa, la frotó y asomó a la boca del recipiente.La pantalla del fondo mostró su nacimiento y la destrucción de sus seis vidas. Inquieto, temblaba. Un coro lo relajó hasta el sueño. Despertó en un capullo de seda. Cerca, la araña cantaba y tejía.

Celia y el baño. La enfermedad ficción breve

Mujer en el baño de ERNEST DESCALSCelia gustaba del baño diario. Su ángel de la guarda, cada que ella se envolvía en el vapor, la desamparaba, ya que su plumaje era frágil a la humedad y el calor, así que esperaba fuera. La oía resollar de placer. Jamás se imaginó que había un fauno, que con caricias precisas, la hacía exclamar intensos gimoteos, cada vez que columpiaba la cadera llenando su centro. El querubín sonreía, porque a ella se le notaba una santa paz en su cara, cuando salía del baño.

LA ENFERMEDAD

—Es grave. Muy grave lo que tiene. Su padecer me pone la carne de gallina, un frio se acurruca en mi nuca.  Tengo necesidad de correr por un manojo de hierba del negro que sirva para protegerme.

—¿Es muy contagioso lo que tengo?

El se santigua, reza en su dialecto, como si le hablara a su corazón. Me ve con una mirada rápida, como si tuviera miedo de fijar en mí  sus ojos. Me preocupo.

—No, no es contagioso, pero su espíritu, tiene movimientos de gato,  brilla como espejo y quiere bailar y bailar sobre nubes y cielos estrellados. Sus ojos lo engañan, pues todo lo mira adornado. Le desagradan  oscuros y sepias. y la vida, amigo,  tiene de todo.

—Me quiere decir ¿qué tengo?

Debajo de la mesa de los santos y veladoras, sacó un manojo de hierbas que tenía en un recipiente, se me acercó anteponiendo entre su boca y mi oído el ramaje de la hierba del negro, y me dice muy quedo: está enamorado.

El hada

EL HADA

Una niña implora que acuda su Hada. Está sentada en la cama y no puede dormir. La Hada ¿por fin llega! deshaciéndose en disculpas. Acariciando su cabeza le dice:
-¿Qué te sucede?
– Es que cuando cierro los ojos, sale un león y me persigue.
La Hada sonríe.
-Eso es fácil de resolver, lo haré por ti.
Al cerrar los ojos, sale un enorme león y persigue a la Hada. Ella abre los ojos y pregunta a la niña:
– ¿El león es de melena negra?
– Si. -Dice la niña- a quien se le cierran los ojos.
La Hada se retira, sonríe satisfecha cuando la ve dormida. Llega a su retiro, pone la varita en el estuche, se tiende sobre la sàbana y cierra sus ojos, divisando la floración exuberante de las azaleas. Entre los tallos y las flores blancas, irrumpe el color negro de una melena y el brillo afilado de unos ojos.

 

Emergencia en el centro comercial.

Escribo para darme el placer. Viejas cosas se convierten en nuevas por la magia de las palabras. Revives, imaginas, inventas o revuelves y das paso a un  ser que volará por las redes y  encontrará un receptor en el  camino. Escribo para darme el placer y si a la vera,  hay un papel brillante, una propuesta imaginativa y  una editorial que no teme, entonces el vuelo  del navegante se  vestira de tinta secular.
 «Emergencia en el centro comercial paga 88» Es el texto que escribí para el libro que recien se presentó en el palacio de  Bellas Artes de la ciudad de Mexico. La idea del antoólogo fue identificar un sinnumero de seres que no son imaginarios , que convivimos con ellos. Cada texto es el resultado de la imaginación y creatividad de cada escritor. La foto que me  hizo llegar  José Manuel Ortíz Soto Ortíz – el realizador de la idea-  fue la de una oruga.  La foto es de Beatríz Hernández, biologa. Este es el resultado:

EMERGENCIA EN EL CENTRO COMERCIAL

Floresencias  brocolianaas brotan del cuerpo verde limón dividido en segmentos por círculos sepia. Al avanzar ladea la pesada testa. Nadie sabe de donde salió, la gente corre de un lado a otro.Parece un tren verdoso que al reptar deja sobre el piso un rastro de gel nauseabundo. Cada vez se hace más grande, tanto que parece que de un momento a otro estallará. Babea y graves hipos la estremecen. » Ya viene en camino la policia» se escucha repetidamente por los altavoces. El gemido se hace mas agudo- parece que llora- Las enormes paredes del intruso se rompen y una luz multicolor levanta el vuelo, perdiéndose en la noche estrellada.

Freud

Tomó el puro. Lo olfateó, lo puso en su boca mordisqueándolo. Con la izquierda lo detenía; con la derecha hizo fuego. Haciendo pausas, removía el humo y chupeteaba los labios degustando el buqué del habano. Miró a la docta concurrencia que asombrada seguía sus movimientos. Golpeando sobre la mesa de honor dijo:

-Colegas, les recuerdo que también se fuma por placer y no sólo por deseos insatisfechos.

Recuerdos

¡Qué tiradero! Un poco de orden antes de cerrar las ventanas. Mientras limpio y reacomodo, escucho la melodía que nos identificaba. ¡Uff! ¡qué cansancio!, sin embargo, todo reluce como si ella lo hubiese hecho. Me dormiré en la poltrona. Así, mis historias, se irán  antes  de que lleguen los ruidos de la ciudad. Casi la toco,  hasta creo que  ella está sentada en mis piernas tomando café, su pelo tiene mañana y saboreo con la lengua,  el sorbo que  hace. Todo está, como tú lo dejaste. Un día sembré flores en tu espalda. ¿Aún sentirás ? ¿Será cierto que cuando nos despedimos para siempre. La persona recordada siente escalofríos y una parvada  revolotea en su cielo?

Ajedrez

Por la ventana a cuadros, pasaba la vespertina luz solar proyectando un tablero sobre la cama. La reina blanca estaba matizada por vetas canela. Él, un alfil negro, sudaba copiosamente. Acostados, soñaban aún con la batalla.

Dedos en fuga

El público escuchaba hipnotizado en el teatro al aire libre. Los dedos del pianista alcanzaron velocidades fantasmales y en una serie de arpegios que imitaban alas en movimiento, las manos del artista escaparon como colibríes para perderse en la inmensidad del cielo.

De equilibrios

Defensor del amor como complemento,  se casó con una mujer opuesta en todo a él. La vida dejó de ser una fiesta cuando sus hijas pasaron a formar parte de las filas maternas. Ahora, pena por la casa como fantasma.

El búho

El búho alisa sus plumas de la testa,  los mofletes y lava su pico antes de dormir. Hoy no saldrá de caza el búho.
La luna canturrea bajo las estrellas.
Y  él, la  acompaña con el tambor de su pensamiento. No quiere disgustarla, sólo desea estar con su recuerdo; cuando pase por su viejo árbol, cantará de pico hacia fuera.
Dentro de él hierven vientos agitando el polvo que el tiempo ha depositado.
Es gracioso y él se da cuenta, que no puede evitar su pensamiento analítico; después expele un silbido que solo escuchan  los vampiros.
No es extraño, es la manera en que los búhos suspiran.
Ha perdido la figura esbelta y por más que alisa el plumaje siempre da la impresión de ser un paréntesis. Nunca está solo, siempre  acompañado por sus pensamientos filosóficos que laten en las sienes de su testa.
Es cierto tuvo amores pasados, que fueron y vinieron como esos chubascos que de un de repente pasan y se van.“Las féminas estorban las cadenas de mi inferencia”, solía decir, luego de un apetito corporal. Sin embargo , se enamoró de una que no tenía cursos, ni recursos y su método de análisis era un champurrado de tonterías.
La veía aletear alrededor de él demostrándole su entusiasmo. Hubo momentos que él sonreía, pero después, ella se hizo insoportable. Realmente no estaba hecho para el dulce y un buen día se alejó y, anidó en otras tierras.
Hoy la recuerda en su vejez y,  comprende que hay fulgores que el pensamiento no puede obsequiar: el método  magnifica la inmensa soledad en que vive.
Él ya no suspira y,  ahora risotea como lo hace la hiena. La verdad es que llora, sólo que disfraza su emoción, pues no es saludable que pierda compostura e imagen y canta alargando el tono como lo hace el bandolón.
La luna pasó de prisa.

El instante

Esta calle no es de nadie, sólo mis pasos resuenan en el vacío del silencio. Ningún recuerdo me saluda, no escucho campanas que llamen a misa ni damas piadosas que pasen presurosas sacándose de la boca el Jesús. Nada, sólo yo con lo vivido. Lo llevo en una bolsa con jareta que cuando desate el nudo no tendré el sentido para escuchar una palabra o ver como se desliza una lágrima.

¡Cómo olvidarla!

Después de bañarnos  subía mis piernas sobre su regazo, con habilidad masajeaba mis plantas y cortaba mis uñas,

luego retozábamos hasta la media noche. Un día, furiosa me gritó diciendo que la engañaba

 y blandió el machete; la desarmé y sucio de ira, de un golpe le cercené la cabeza.

Desde entonces ando a salto de mata y  el dolor se abre en los dedos cuando tropiezo con las piedras.

 

 

¡Nadie como ella! Tenía mano de santa para restaurar mis pies.

Pueden verla con imágenes en :http://www.youtube.com/watch?v=u2PXKKaeV-E

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Barrunto

Imagen

Despierto en la madrugada con la boca seca. Voy a la cocina, abro la nevera y saco la jarra,que en vez de agua contiene una cara con la boca abierta por donde sale una lengua polvosa y aplanada.Tengo sed, me dijo con voz aniñada. Con violencia me incorporo de la cama con lumbre en la garganta y  mi corazón a galope. Estoy inmóvil y aniquilado esperando la mañana.