Intercambio*

Por Rubén García García

  • Rehaciendo un chiste

Eran las seis de la mañana cuando la madre superiora salía de su dormitorio. Monjas y novicias le hacían reverencia al cruzarse en los pasillos del convento. Las de más confianza la detenían y la interrogaban acerca de su descanso y ya para retirarse se despedían con un “ me saluda al padre Ramón” Recordó que en quince minutos estaría con él en el confesionario y  la referencia a él, lo atribuyó a este hecho.

Después de haberse confesado el padre le pidió que se acercara y discretamente le dio un pequeño bulto que se sacó de entre la sotana y le dice:

Ahora me da mis sandalias y aquí tiene las suyas.

Yucatán | El Ilustrador: Mérida, pasado y presente: Monjas (6)

De miedo

Cae la lluvia en la oscuridad profunda. No había luz eléctrica. Juan sale a la carretera con la esperanza de encontrar transporte. Pasa de la media noche a poca distancia está el cementerio. Salió agitado, en contra de su voluntad, ya que la amante le dijo que su esposo no tardaría en llegar.
Un vehículo lento, muy lento cruza por la carretera y sin pensarlo corre tras de él y lo aborda. Quiere dar las buenas noches pero en el asiento del piloto no hay nadie. Siente la puñalada del miedo, enmudece, de vez en cuando ve que una mano huesuda la da vuelta al volante. A la entrada del pueblo, se escucha algún aullido. Abre la puerta del auto y corre y corre cagado de espanto hasta llegar a la única cantina. En el momento en que entra, la luz se hace y pide unos tequilas para el susto. Minutos después entran dos sujetos escurriendo de agua. Reconoce a uno de ellos que es el de la mano huesuda y éste en voz alta exclama: Mira Juan: este es el hijo de la chingada que se metió al carro mientras nosotros lo empujábamos…
Editado RGG

La escalofriante leyenda de la Mujer del Taxi ¿Te atreves a leerla?

La ausencia…

Don Juan y Don Alberto, dos amigos de la tercera edad, se veían en el parque todos los días para alimentar a las palomas, observar las ardillas y discutir los problemas del mundo.
Un día Don Juan no llegó.
Alberto pensó qué quizá tuviese un resfrío. Pero después de una semana, se preocupó.
Siempre se juntaban solamente en el parque y Albert no sabía dónde vivía Juan,
por lo que no podía averiguar qué le había pasado.
Pasado un mes fue al parque  y sorpresa, ahí estaba Juan.
Alberto estaba muy excitado y alegre de verlo y le dijo: por lo que más quieras Juan, dime qué te pasó.
Juan le contestó, «He estado en la cárcel»
-¿En la cárcel?  -¿qué te pasó?
‘Bueno, dijo Juan, ¿Te acuerdas de Lupita, la linda mesera morena y nalgona de la cafetería donde vamos seguido?
-Claro, la recuerdo. ¿Qué pasa con ella?
‘Bueno, pues me demandó por acoso sexual y violación.
A mis 87 años, yo estaba tan orgulloso que, cuando fui al juzgado,
me declaré culpable …
¡Y el maldito Juez me sentenció a 30 días de cárcel por mentiroso!

Resultado de imagen de dos ancianos platicando en el parque"

Tomado del wasap

La hija del cineasta por Adela Fernández*

“Comencé a escribir contestando cartas de amor a las novias abandonadas que dejaba mi padre, como reprobé toda la primaria aprendí a imitar su letra para firmar las boletas de calificaciones”, asegura Adela Fernández, hija del cineasta Emilio “Indio” Fernández.
“A las abandonadas les escribía plagiando a otros autores. Si leía, “volverán las oscuras golondrinas, en su balcón sus nidos a colgar” yo ponía “el canario que visitó nuestra ventana regresa todas las mañanas” con rimas espantosas que cuando se enteró mi padre se dio una enojada ¡fue terrible!

Resultado de imagen para Emilio el indio Fernández

La confusión

Un matrimonio decide ir a pasar vacaciones en una playa del Caribe, en el mismo hotel donde pasaron la luna de miel 20 años atrás, pero debido a problemas de trabajo, la mujer no pudo viajar con su marido, quedando en darle alcance unos días después.
Cuando el hombre llegó y se alojó en el hotel, vio con asombro que en la habitación había una computadora con conexión a Internet. Entonces decidió enviar un e-mail a su mujer pero, se equivocó en una letra y sin darse cuenta lo envió a otra dirección…
El e-mail lo recibe por error una viuda que acababa de llegar del funeral de su esposo , y que al leer el correo electrónico se desmayó instantáneamente. El hijo de la viuda al entrar en la habitación, encontró a su madre en el suelo sin conocimiento, a los pies de la computadora, en cuya pantalla se podía leer… Querida esposa: he llegado bien. Probablemente te sorprenda recibir noticias mías por esta vía, pero ahora tienen computadora aquí y puedes enviarle mensajes a tus seres queridos. Acabo de llegar y he comprobado que todo está preparado para tu llegada este próximo viernes. Tengo muchas ganas de verte y espero que tu viaje sea tan tranquilo y relajado como ha sido el mío.
No traigas mucha ropa. ¡Aquí hace un calor infernal!.

Tomado de Fb

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