El camión de la media noche

cabaLa lluvia menuda y fría moja la oscuridad y los pastizales. En la peligrosa curva se oye el pujido asmático del último camión de pasajeros que conduce a la ciudad. El grito de los pájaros anuncia su inminente llegada. Si deseo abordarlo, es preciso salir corriendo de la cabaña hacía la carretera.

Mi mano arqueada se abastece de la curva de su seno. Ella reposa su cabeza en mi brazo. El estremecimiento ha dado paso a la languidez. Mañana muy temprano saldré sin despertarla.

Tu nombre

prehistoriaLo deletreo en el agua, lo escucho en la corteza de los árboles y la bóveda de mi oído lo escribe y reescribe en sus paredes. Hace millones de años besé tu boca de reptil y fuimos uno en el nido de los hongos. Beso helecho que cae desde la montaña, beso viejo de tiempos, beso anfibio que respiro en mis lagunas y me lo repite el toc toc del pájaro carpintero.

Páramo

IMG_0944Llegaste humedeciendo mi páramo cuando la hierba asoleada no esperaba la lluvia. Salieron de los nidos los batracios, las blancas mariposas y el olor profundo de la tierra mojada. Te fuiste, y dentro quedó un vientecillo renuente. Aire fresco que no conoce el tiempo y que en el claroscuro de la tarde aparece silbando.

La bestia

bestiaEl tren rezongaba. Parecía un becerro arisco, subiendo hacia el pueblo. Sobre los gruñidos de la máquina, las campanas repiqueteaban alocadas. Como todos los domingos en la plaza, la gente compraba y vendía. Del carruaje, salió un sujeto con una bocina parlante, invitando a las personas a ver el espectáculo del mediodía: “Podrán contárselo a los nietos de los nietos y siempre dudarán. Sólo sus ojos darán crédito” Dos horas después, el gentío se arremolinaba para mirar el acto.

La bestia era dócil y gran imitadora de animales. La gente reía. Sin embargo, cuando rompió en un rugido más potente que el de un león, todos enmudecieron. Abrió las fauces y el voceador del espectáculo metió la cabeza; poco después, sólo los zapatos quedaron fuera. El animal hizo una contracción ventral y el sujeto desapareció. Llovieron monedas y aplausos de la multitud. Ella caminó en círculo, levantó los brazos y agitando unas alas que brotaron de su espalda, voló hasta perderse por encima de los cedros.
El tren ha quedado en la plaza. A media noche, el viejo más viejo del pueblo agoniza, y sobre el padrenuestro del cura, se escucha el tañer alocado de la campana. Es una noche sin viento y solo gime el silencio. El difunto era el último que recordaba aquel suceso. Ahora, nadie sabe.

Ser Sax

saxHáblame al oído,
tócame con el azul eléctrico de tus manos,
dale finos dientes a tu respiración.
Convierteme en un sax
y rompe con encendidos solos
la plaza de tus deseos.

Versitos seis y siete

flor de silencioEn la montaña
junté mis poesías
y prendí fuego.
Nada quedó del río,
ni del rubí,
ni la flor de tus hombros.
Eres recuerdo,
como también lo soy.
De la montaña
descendí encanecido,
pero dispuesto
a sentir el asombro
del vuelo de las garzas.

7-

Leve sonido
es al romper un tallo,
a nadie ofende,
sucede en los caminos.
En mi interior
también tengo talluelos
que se fracturan:
un amigo que engaña
o un hijo que nos miente.

Versitos del uno al cinco

marip

Tardes de invierno
me agobian con su píe
al recordarte.
El flash de mi memoria
no sabe y me perturba.

2.-

Inquebrantable
lo que siento por ti,
es mar y hueso
inmenso azul profundo
que teme a tu desprecio.

3-

Llegan mujeres
que pasan a mi lado
zurciendo anhelos
doblando orillas de hombre.
Entre mis sueños
susurraba tu nombre.
Nunca llegaste.
¿Acaso te escondías?
No lo sé…no lo sé

4-

Oscuridad
y silencio en la calle,
nadie transita,
solo yo y mis recuerdos.
El golpeteo
del frío asusta mi alma.
Cuando mi caja
se abra seré ligero
como ave entre los vientos

5

abrió la tarde.
Cuida una primavera,
es breve, mínima,
con dificultad pía;
pero es robusta.
Me comenta la tarde
que su plumaje
esta hecho de arcoíris
de viento y agua,
y cada hora que pasa
se fortalece.
No te extrañe, me dice
que cuando cante

el mundo se despierte
vistiendo mariposas.

La guerra

OLYMPUS DIGITAL CAMERALos muertos están calientes. Vivieron con la negrura que los abuelos inculcaron. Estamos sin lágrimas, apedreados de la boca. Las mujeres se retiran despacio con sus senos blancos, llenos de leche y angustia.
Se fueron los muertos a pelear en otros silencios, adelgazando sus almas, afilando los odios.

A Cástulo

imagesTe vieron por las calles con las manos de barro ahuecadas como cántaros clamando agua. Me contaron que tus pies desnudos pisaban vientos sumergidos, vacío de tus roperos. El cedro que cuidaste, ahora se lo comen las hormigas, y el maizal apunta con mazorcas sin granos. Campos desiertos de fe, terrones solitarios donde crece la hierba que, ausente de savia, se ha quedado sin tallos.

¿Recuerdas el piano de teclas cabizbajas? Todavía no sabe que enterraste tus años. Me lo contaron sin querer, y yo grité mi dolor sin palabras.

La flor

floreesEscuché atento. Seguí con la vista la mirada del águila. Estábamos en lo alto de un risco y divisé entre el mar la barca de los pescadores.
– ¿Has notado que el amor tiene muchos caminos? Es como una cabellera: veredas que van, lunas frías que pasan sin retorno, trópicos que los pájaros dejan caer, tejos que mueven el corazón. Fíjate en la piedra salobre donde el mar da las horas. Es una lápida que la gaviota desprecia y donde anidan remolinos de viento. En el medio se da el parto de la vida: hay una flor retadora que se levanta, desafiando al viento, al mar y a la gaviota.

Clik

humanoHay sonidos microscópicos:
cuando el talón hinca un tallo reseco…
A nadie ofende,
o atemoriza.
Son fugacidades
que suceden en el camino. En mi interior hay pasos
Y talluelos a la vera
que se rompen:
como la vez que un hijo nos miente,
un amigo que defrauda,
o nos consume la incertidumbre
al enterarnos,
que ya no somos lo mismo
ante los ojos de la persona que amamos.
Es un clik breve, Intenso,
un alfiler que penetra;
un dolor que nos hace bajar la cabeza,
por días o toda la vida.

Vives en dos mundos

mujer derojoDespierto cuando beso tus caderas. En otro sol descubro el diapasón de tus ojos y la luna de tus hombros.
No estés triste. Recuerda que vives en dos mundos. Soy el de la noche que resbala por tus pestañas y después rodea tus muslos.
No estés triste … son complemento. Así tus hombros… así tus pechos.
En el día eres de él, en las noches vienes conmigo.

Salgamos

barco noche¡Somos fantasmas! Despierta.Salgamos al mar, que los barcos
y los capitanes de nuevo surcaràn.
Esta noche, cuando el sol doble campanas, montaré sobre tus alas
y bajo las sábanas, despertaré tu pasión con mi guitarra.

El momento

sabanaAllá los caminos por donde siempre pasan las mujeres.  Aquí el crucero donde los hombres esperan. La fogata tiene mil crujidos, mientras el café se derrama. No es gran cosa, es sólo el frío que le da otra definición a la sabana.

Dualidad

mujer inocenteRecostada sobre mi pecho, me mira tímida. Su cabello destella. Me pregunto: ¿cómo puede tener esa luz de turbación en sus ojos, si ella fue la que me llevó al cielo?

En su boca, fui flauta y gacela.