Sendero
Las perras ladran.
¿Le ladran al silencio,
o es el tiempo que pasa?

El blog no tiene propósitos comerciales-Minificción-cuento-poesía japonesa- grandes escritores-epitafios
Puede ser excepcional mente medida o bien verso libre, abarca diferentes temas pero cargado hacia el amor o desamor.
Sendero
Las perras ladran.
¿Le ladran al silencio,
o es el tiempo que pasa?
Sendero
Allá en Tlen,
en la hora del bochorno,
las plataneras
duermen a hoja suelta.
Sendero
La gota cae
y estremece la hoja;
tac, tac, tac…tac
El gato duerme
y el olor del café
va y viene; revolotea.
Llueve y hace frío.
Ya pasó el de la leche
ya viene el panadero.
Sendero
Las luciérnagas, son pequeños cometas
entre los árboles.
Sendero
la tarde gris
la lluvia cae mansa
Mamá me grita,
Que deje de mojarme.
Me da una toalla.
Llega hasta la recámara
El revoloteo
del café y los plátanos.
¿No quieres más?
Se oyen cerca los truenos
Y me esconde en sus brazos.
sendero
La osamenta
del petrificado árbol…
tiene una flor.
sendero
Pasará.
Todo pasará
como todo pasa.
Como pasa el invierno, el viento, la vida.
Pasará el aroma dulce;
que por ser dulce no queremos que pase.
Todo se va como las urracas del mal que revolotean, pero un día se van.
también pasa la náusea, y un día pasará el recuerdo, porque el olvido es parte de la vida.
Aunque dicen, sin ser del todo cierto que algunos muertos al soñar lloran.
Sendero
Es una mujer musical. Si la muevo se estremece y escucho una avalancha de semillas por sus paredes.
De su espalda llegan suaves vientos que me llevan a sentir los oboes al caer la tarde.
Oculto mi perfil en su cuello, y vibra el tam tam con el pulso de un baile de oscuridades.
La dejé ir. Mi corazón exhausto, azuzado por el azogue de su ombligo, jamás pudo seguir su ritmo.
Mis ojos la vieron correr por la sabana, justo cuando el ocaso se hacía más crepúsculo.
Sendero
La tarde vieja con rayones naranjas y violetas. El viento desordenaba mi cabello. Del bosque de cedros venía el ruido de las chicharras. El graznido de los patos se hacían punta de flecha en el cielo. Reposo sobre una piedra fría, dura. Respiro profundo, y ella se dibuja. Bajo el cielo pasean las nubes distantes la una de la otra.
sendero
¿A qué huelen las mariposas?
me preguntó.
En el borde de su oreja,
le dije susurrando:
huelen a ti,
a mañana, a flor de azahar,
a piel de barro
Saben a nido de agua,
a rosas
a musgo verde.
saben a tu mirada.
a la luz de cobre en noche de quinqué.
Tiene el olor de tu cabello
cuando danza en mi pecho.
Saben a tu beso, a tu abrazo,
a tu sueño aun inocente.
sendero
Breve el placer, el amor, el tiempo. larga la muerte.
Todo se abrevia:
palabras que son palomas,
hojas que caen,
flores que abren,
estrellas que aun muertas… nos alumbran.
Sendero
Hay una niña
que va tocando puertas,
y busca a su mamá.
sendero
Qué silencio!
Este crepúsculo invade las piezas de mi pensamiento
Afuera
la lluvia menuda y fría que humedece el jardín
destellos que perturban
espacios sombríos de oscuridad
Escucho
la caída de mis palabras mudas
el reptar de un suspiro
Siento
la insoportable sombra de tus pasos
Tu silencio de mar inerte
Nunca
imaginé la intemperie sin ti
y con el peso de tu adiós.
Sendero
¡Seamos fantasmas!
salgamos al mar
y cuando el sol sea nieve
montaré sobre tus alas con mi guitarra.
¡Salgamos al mar, Evadne!
que hoy los barcos hundidos,
navegaran por ti!
Sendero
Háblame en secreto,
toca sutil y eléctrico.
Dale a tu respiración.
el diente que me erice.
Con tus manos en Re
Conviérteme en saxo,
y rompe con solos
la plaza de tus deseos.