Sentirnos Decepcionados… — El Rincón de Rovica

Regala tu ausencia y tu indiferencia a quien no te valore; pero no de cualquier forma, auséntate emocionalmente. No lo hagas como una forma de venganza, si no como una manera de protegerte. Tenemos que darnos cuenta de que, a veces con el tiempo, la imagen que tenemos de las personas puede cambiar,…

Sentirnos Decepcionados… — El Rincón de Rovica

Ella… — LUCES Y SOMBRAS

De reojo escrudiña a su marido Ve lo que no quería lo que no deseaba que sobresaliese … se mostrase ante su vista. Un cuerpo gallardo Esbelto fiero con quien debía escudero que protegía. Sollozando gimoteando exceso en súplicas en lágrimas mucosas en… Palabras sin sentido vanas por lejanas efímeras a sus oídos acostumbrada a […]

Ella… — LUCES Y SOMBRAS

Que no te digan… — Letrologías Ediciones Digitales

Lilith, Andrei Posea Que no te digan, mujer que hacer; pues eres la virtud de la intuición. Que no te digan, cómo ser; ya que eres desde el nacimiento, traes en tus venas el propósito de la procreación, más allá de parir hijos; alumbras conocimiento hecho ciencia y arte. Te revelaras contra ese dios que […]

Que no te digan… — Letrologías Ediciones Digitales

El microrrelato de los viernes: Dos relatos breves de María José Ferrada — Aire Nuestro

LUIS PEREIRALuis Pereira se preocupó de dejarle muy claro a Oliverio Sánchez-arquitecto- que más importante que el material que utilizaranpara las paredes y el techo de la casa (finalmente usaron célulaspiramidales) era que la habitación principal tuviera una ventanaen la zona de la corteza prefrontal. Es ahí donde se guardanlos recuerdos según el Instituto Tecnológico de Massachusetts,explicó Luis. Y Oliverio, a quien le daba lo mismo lo que opinaranlos científicos -confiaba más en el pensamiento mágico-le dijo que no había problema, cosas más raras le habían pedido.

El microrrelato de los viernes: Dos relatos breves de María José Ferrada — Aire Nuestro

Cortejo de Rubén García García

sendero

Detrás de la carrosa iba un par de caballos blancos. El viudo montaba uno de color azabache. Poco antes de llegar al cementerio, Elpidio dio la orden de que se hiciera un alto y llamó al médico. La tarde se hacía vieja.

¡Saquen el ataúd! ¡Médico!, ¿dígame si mi Lalita está realmente muerta?

Espero. Los ojos vidriosos y atentos. Ella dormía.

El médico le dijo que no había signos de vida.

No pudo contener el gemido. Sus arrugas se hicieron profundas e imposibilitado para hablar, con señas indicó que cerraran el féretro y volvió a ponerse delante del cortejo. Los caballos blancos eran de la finada y siempre la seguían.

Haikus de Takahama Kyoshi (1874 – 1959)

Revista Kametsa

Takahama Kyoshi (高浜虚子) fue autor de casi 50 000 haikus, algunas novelas y varios tratados críticos sobre poesía, teatro y estética. Dirigió la revista Hototogisu (ホトトギス), la cual heredó tras la muerte de su maestro, el gran Masaoka Shiki (正岡子規); desde ahí, impulsó el reconocimiento de las nuevas voces del haiku y emprendió la defensa del estilo realista-objetivo (fiel al tema estacional y la naturaleza) en contra los poetas del Shinkō Haiku (新興俳句), movimiento que abogaba por una escritura más libre (en forma y contenido), contracorriente y moderna. Se convirtió en una de las figuras más importantes del género durante la primera mitad del siglo XX, así como en una de las más polémicas.

Aquí una breve muestra de los haikus de Kyoshi.

*

彼一語我一語秋深みかも

kare ichigo ware ichigo aki fukami kamo

Él, una palabra,
yo, otra palabra.
¡El otoño avanza!

Trad. Ōta Seiko (太田靖子) & Elena Gallego

*

白牡丹といふといへども紅ほのか

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Dos cuentos inéditos de Elena Garro

sendero

https://elpais.com/mexico/2023-03-04/el-tesoro-oculto-de-elena-garro-dos-cuentos-ineditos-inauguran-la-publicacion-de-mas-obras-desconocidas.html

Elena Garro, una mujer de letras
Narradora, poeta, periodista y dramaturga mexicana, Elena Garro
nació el 11 de diciembre de 1916 en la ciudad de Puebla. En 1936
realizó estudios de letras en la UNAM. Se desempeñó como
coreógrafa y actriz del Teatro de la Universidad bajo la dirección de
Julio Bracho.
En 1937 contrajo matrimonio con Octavio Paz, con quien viajó a
España; en ese viaje conoció artistas e intelectuales como César
Vallejo y Luis Cernuda.
A finales de la década de 1940, durante su estancia en Europa,
hizo amistad con diversos artistas e intelectuales, entre los que
destacan André Breton, José Bianco y Bioy Casares.
Su primera novela, Los recuerdos del porvenir, tejida en torno a
los problemas de la guerra cristera, obtuvo el Premio Xavier Villaurrutia
en 1963. En su amplio haber literario se encuentran novelas, cuentos,
obras de teatro y guiones cinematográficos.
A lo largo de una obra compleja y extensa, Garro rompe con
violencia la continuidad del realismo mexicano, mezclado a la vez lo
político con lo fantástico. Es autora también de las novelas
Testimonios sobre Mariana (Premio Grijalbo, 1981), La casa junto al
río (1983), Y Matarazo no llegó… (1991) y Un corazón en un bote de
basura (1996).
Escribió varias obras teatrales: en Un hogar sólido (1958)
yuxtapone y evoca varias realidades; en Felipe Ángeles (1979)
dramatiza con una conciencia política ejemplar un episodio de la
Revolución Mexicana poco analizado. https://www.cultura.gob.mx/recursos/sala_prensa/pdf/201308/elena_garro.pdf

La primera médica

Tomado del Fb

LA PRIMERA MÉDICA

En la antigua Grecia, las mujeres tenían prohibido estudiar medicina hasta que alguien infringió la ley. Nacida en el año 300 a. C., Agnodice se cortó el pelo e ingresó a la escuela de medicina de Alejandría vestida de hombre. Mientras caminaba por las calles de Atenas después de completar su educación médica, escuchó los gritos de una mujer en trabajo de parto. Sin embargo, la mujer no quería que Agnodice la tocara a pesar de que tenía mucho dolor, porque pensó que Agnodice era un hombre. Agnodice demostró que era una mujer quitándose la ropa sin que nadie la viera y ayudó a la mujer a dar a luz a su bebé.

La historia pronto se extendió entre las mujeres y todas las que estaban enfermas comenzaron a acudir a Agnodice. Los médicos varones se envidian y acusan a Agnodice, a quien pensaban que era un hombre, de seducir a las pacientes. En su juicio, Agnodice se presentó ante el tribunal y demostró que era una mujer, pero esta vez fue sentenciada a muerte por estudiar medicina y practicar la medicina como mujer.

Las mujeres se rebelaron ante la sentencia, especialmente las esposas de los jueces que habían dictado la pena de muerte. Algunos decían que si mataban a Agnodice, irían a la muerte con ella. Incapaces de soportar las presiones de sus esposas y otras mujeres, los jueces levantaron la sentencia de Agnodice y, a partir de entonces, las mujeres pudieron ejercer la medicina, siempre que solo cuidaran de mujeres.

Por lo tanto, Agnodice dejó su huella en la historia como la primera doctora, médica y ginecóloga griega. Esta placa que representa a Agnodice trabajando fue excavada en Ostia, Italia.

Fuente: FB Women hold half the sky.

ERROR IMPERDONABLE — Escribir sobre la punta de la i

Nunca me arrepentiré lo suficiente de lo que le hicimos al pobre Ernesto. En aquella época teníamos tan solo ocho años, aunque suene a ridícula excusa, y su madre hacía las lentejas más deliciosas del mundo, con tropezones de chorizo y un sabor a tocino que se te quedaba impregnado en la memoria del paladar…

ERROR IMPERDONABLE — Escribir sobre la punta de la i

El cuento latinoamericano: Argentina (28) — Lapizázulix la galaxia del cuento

c. Juegos de palabras: sonidos, usos, estructuras gramaticales… Formas de decirEl informante le dijo al juez: «Señoría, el acusado se escabulló del tribunal, pasó a buscar a su mujer y huyó precipitadamente». El juez se enojó mucho aunque valoró que el reo no abandonara a su pareja en semejantes circunstancias. Pero cuando volvió a casa […]

El cuento latinoamericano: Argentina (28) — Lapizázulix la galaxia del cuento

¿Cuánto tiempo llevas sin terminar un libro? Cinco novelas que te harán reengancharte a la lectura. — Andando tras tu encuentro…

SIEMPRE HAY TIEMPO PARA LEER Recomendamos cinco estupendos libros, de géneros y estilos muy variados, que son ideales para recuperar la pasión por la lectura. Si deseas profundizar en esta entrada; por favor cliquea adonde se encuentre escrito en “azul”. Muchas gracias. Leer es una de las actividades más valiosas que existen en el mundo, […]

¿Cuánto tiempo llevas sin terminar un libro? Cinco novelas que te harán reengancharte a la lectura. — Andando tras tu encuentro…

Análisis del haiku por Isabel Pose

tomado de paseos .net

Mañana alpina…
huellas de ciervos
en la nieve.

En este haiku me falta algo. No veo ese impacto que seguramente el poeta vivió, pero que debe ser capaz de transmitir. Tal vez rememorando el momento lo encuentre… Pongo un ejemplo:
Mañana alpina…
huellas de ciervos
que va cubriendo la nieve
O, tal vez, no era un lugar o una estación en la que fuera normal encontrar esas huellas, lo que fuera que causó su asombro está en el momento vivido y el autor debe encontrarlo dentro de sí mismo. Toda la obsesión del japonés es ver qué está relacionándose con qué. Captar los vínculos entre las cosas que producen los sucesos, las relaciones.
Carlos Rubio nos dice algo que me parece muy interesante: “El haiku es la poesía de la sensación y algo más”, ese algo más es lo que los occidentales debemos descubrir estudiando lo que sustenta al haiku más allá de su brevedad, del kigo y del kire.

– Mediado el invierno,
el color de las rosas
recién abiertas.

Tiene haimi, sabor de haiku. El problema cuando trabajamos con asombros “comunes” (me refiero a algo frente a lo que la mayoría hemos reaccionado, asombrándonos, maravillándonos) es que corre el riesgo de pasar desapercibido… por ser un asombro ya visto, ya escrito muchas veces.
Para mi está muy bien… Porque debemos escribir sobre aquello que nos conmociona, asombra, maravilla, ser sinceros, sin pretender tener una sensibilidad distinta a la mayor parte de la gente (si la tenemos genial, pero si no la tenemos, si nuestra sensibilidad reacciona solo frente a cosas a las que casi todo el mundo es sensible, nos reconoceremos en ellas y a través de ellas haremos el camino del haiku)
Reconocer que cosas nos sensibilizan del mundo exterior, tomar conciencia de ello, es parte del camino.