La ve
y hay en sus orillas
un óxido de intemperie.
Solo,
desfalleciente.
Se fue el deseo,
el fuego arde en la memoria.
Tirado en las afueras de un bar,
percibe a su lado un viejo jass, las sirenas;
después la noche ciega y sorda.

Tomas Pinilla
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Tomas Pinilla
¡ Bravo! Hermoso poema. Un abrazo
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Gracias amiga.abrazo y rosas
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Bárbaro.Cuánta belleza.Tus versos siempre vuelan alto.Felicidades.R.
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Gracias Pepe, siempre agradecido por tu comentario. Abrazo grande.
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Me encanta la poesía. Soy el pintor de la imagen y me encanta que la hayas utilizado pues las noches de mi pueblo son maravillosas aunque se esta quedando despoblado. Una pena para muchas localidades del centro de España.
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Es un gusto conocerte Tomas, mira cuántos han visto tu pintura, gracias. Si las capitales o grandes ciudades los atraen, factores de trabajo o bien comodidades, pero los pueblos se van haciendo fantasmas. Abrazo grande desde México.
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