Se van los pájaros.
La tarde es fría.
También te vas.
Silban los oboes
al tren en marcha.
Flor de silencio
Abre el hastío.
No hay unicornios
Solo esfinges de sal.
Leve sonido
es al romper un tallo,
a nadie ofende,
sucede en los caminos;
en mi interior
también tengo talluelos
que se fracturan:
un amigo que engaña
o un hijo que nos miente.
Abre la tarde.
Cuida una primavera,
es breve, mínima,
con dificultad pía;
pero es robusta.
Me comenta la tarde
que su plumaje
esta hecho de arcoíris
de viento y agua,
y cada hora que pasa
se fortalece.
No te extrañe, me dice
que cuando cante
el mundo se despierte
vistiendo mariposas.