El enano de Rubén García García

sendero

Dormía la siesta. Soñaba con un ejército de hombrecillos que lo sujetaban con cuerdas y lo herían con sus lanzas. Despertó vociferando madres y quitándose las hormigas aferradas a sus nalgas y al sumidero.

Deja un comentario

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s