Nos van a ver de Rubén García García

Sendero

¡Zas! Se fue la señal, la red y la luz. No quedó más remedio que ir a la iglesia y después al parque central, comprar un “algodón” o una nieve en el quiosco. Citada la amiga, dimos de vueltas alrededor de la alameda. «cómo lo hacían los abuelos». En minutos la neblina lo abarcó todo. Se oían los chillidos de las aves, también los suspiros y uno que otro gemido.

Anuncio publicitario

Deja un comentario

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s