Sendero
Mandó por “guasap” un recado a sus sobrinos: «aprovechen al tío, ayer cumplí noventa años. Aprovechen a sacarse la foto antes de que la calaca venga por mí» Los parientes enfrascados en el devenir de la vida no fueron; y cuando se murió todos estaban en el velatorio. El rumor se hizo exclamación y de común acuerdo sacaron al tío del féretro y lo sentaron en el sofá. Se acomodaron para la foto. Poco después, el tío se levantó y gritó «¡no que no venían cabrones!». Dos de ellos se infartaron y al que menos, le agarró una diarrea por el susto. Cinco de ellos posteriormente les diagnosticarían diabetes.
