Sendero
El notario por la noche tiene un fantasma. Cuando el personal se ha ido se hace notar. Cambia de lugar algunos utensilios, o prende la televisión que tiene en la sala de espera. El notario absorto sigue con su labor meticulosa. Ahora se mete a su celular y le hace una llamada, misma que no es contestada, porque él no responde fuera del horario de trabajo, al menos que sea de su esposa, que lleva dos años de finada.
