El fantasma de la notaría de Rubén García García

Sendero

El notario por la noche tiene un fantasma. Cuando el personal se ha ido se hace notar. Cambia de lugar algunos utensilios, o prende la televisión que tiene en la sala de espera. El notario absorto sigue con su labor meticulosa. Ahora se mete a su celular y le hace una llamada, misma que no es contestada, porque él no responde fuera del horario de trabajo, al menos que sea de su esposa, que lleva dos años de finada.

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