Pragmatismo de Rubén García García

Sendero

En la madrugada, frente a su casa, hablé con el músico. Lejos relinchaba un caballo.
—Tu mujer está mal, el niño está atravesado. Hay que trasladarla a un hospital.
—No tengo dinero doctor. Usted sabe lo que ganamos y lo caro que sería una operación. Además ¿Cómo la llevamos?
Me quedé callado. Había un cielo sin estrellas.
—Dígame médico ¿podemos hacer algo?
Tardé en contestar. La alborada estaba a la vuelta de la esquina. Ya uno que otro gallo cantaba.
—Corremos el riesgo de que se muera.
—Como quiera se va a morir doctor. Mire, si decido llevarla, habrá que cargar con ella. Serían seis horas de camino hasta el río. Si está el lanchero cruzaremos rápido, pero del otro lado habrá que esperar a que pase algún vehículo y nos haga el favor. Y si se me muere allá ¿cómo la traemos? De que se muera allá, mejor que se muera aquí…
«Qué poca madre tiene, pero no le falta razón». Y entré de nuevo a la vivienda a enfrentarme con algo que solamente había leído en los libros y en la vos de un viejo maestro.
Anuncio publicitario

Deja un comentario

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s