Sendero
Ella, aún te espera. Rubén García García
El camino es árido. Colmado de cansancio vago por encima de los hombros del cerro. Me dice la buena gente que por aquí te vieron por última vez. Ibas mochila al hombro en la búsqueda de escarabajos. Si a la vera aparecen florecillas silvestres diré que son tus ojos, si encuentro un nido de peloteros comprenderé; y si a mi lado una solitaria mariposa me acompaña, entenderé que te has transformado.
Tu madre aún te espera.
