Sendero
Makiu implora que aparezca su Hada. Está sentada en la cama y no puede dormir. Ella llega deshaciéndose en disculpas. Acariciando su cabeza dice:
—¿Qué te sucede?
—Cuando empiezo a dormir, sale un león y me persigue.
El Hada sonríe.
—Duerme.
Ella entra en su sueño y sí, hay un enorme león.
—¿El león es de melena negra?
—Si. -Dice la niña
—Ya no te molestará.
La madrina se retira, sonríe satisfecha cuando la ve dormida. Llega a su retiro, pone la varita en el estuche, se tiende sobre la sabana y programa soñar con un campo de flores. Hay un extenso campo donde se florean las azaleas. Entre los tallos y las ramas irrumpe el color negro de una melena y el brillo frío de unos ojos. Se despierta angustiada y de inmediato le habla a su hada madrina.
