sendero
En mi espacio de relax en la oficina, me da por imaginar que te platico los cotilleos que hacen mis compañeras de oficina, mientras bromean y tomamos café. En mi dormitorio, entre los susurros del acondicionador de aire, me gustaría que estuvieras en mi cobijo. Amo el placer de decir lo que sucede, lo que vuela por mi interior. Me estremece paladear los gajos de tu nombre, y gritar en silencio lo que no puedo decir en voz alta. fantasear que eres tú quien levanta mis piernas y entre el agua desbordada percibir en mi senda la marcha de tu infantería. Exhausta, abrazo a mi almohada.
