sendero
Cuasiperfecta de Rubén García García
La vio desnuda. Sus pechos erguidos con un minúsculo pezón rojo y alrededor una luna rosada. Largas piernas, fuertes, su pubis un botón en la maraña oscura. Lo único que desarmonizaba era su cara: trazos rudos, labios delgados, boca amplia y cicatrices de un acné mal tratado. Después de pensar, tomó la sierra y empezó a decapitarla…
