
A la memoria de Dalia Perkulis Es monstruosa la maldad. No conoce límites ni pudor, se rebasa a sí misma, el horror absoluto. Es audaz de la forma más descolocante: busca nuevas maneras de arrancar con los dientes un pedazo de otro ser humano, masticar un poco para luego escupirlo. Degradarlo. Brenda tenía cuatro […]
LAS FLORES GRITAN — palabras a flor de piel