Sendero
Afuera la perra juega en el jardín. Sentado en el sofá te veo apresurada. Ya no tarda el taxi de la empresa para llevarte a tu trabajo. Tus botas resuenan fuerte en la duela. Entras y sales de tu recámara, cada vez te veo más inquieta. Tomarnos un café mirando la floración de la buganvilia sería perdernos entre los vericuetos del tiempo; ¡qué estupendo!, Aunque el corazón desconoce las exigencias sociales, sabe que volar es peligroso. Con tu olor a Chanel 5 me diste un beso cerca de mis labios, y yo resbale mi palma por el meandro de tu cintura. Los dos queremos… La prudencia es ciega a media noche.
