
Había una vez un día como cualquier día. Una araña esperaba sentada al borde del camino más oscuro del bosque. Se rascaba la cabeza, pensativa. Al ver que venía el ciempiés, la araña se puso de pie y se le acercó muy respetuosa. -Señor ciempiés- le dijo – ¿puedo recurrir a su gentileza para…
El Cien Pies Y La Araña…(Cuento) — El Rincón de Rovica