
UNA LIBÉLULA con traje de avispa y cabeza de escafandra ha decidido compartir asiento conmigo. Nos miramos torpemente a través de nuestras mirillas de cristal mientras aparentamos ausencias. Pero ambas sabemos que, en nuestras mentes, aletean deseos inconfesables. En vuelo cernido, ¡ya! (De mi poemario La senda hacia lo diáfano)
UNA LIBÉLULA — Apalabrando los días
Bella noche Rubén. Que descanses.
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igualmente amiga. abrazo grande.
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Agradecida te quedo, Rubén.
Un abrazo!
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El poema es muy bello querida amiga. Los amantes de la poesía seguramente lo agradecen. Abrazo y rosas.
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