Sendero
Antes de expirar, tu hijo el que fue bendecido por tus desvelos, dice: «qué bien que ya se va». La esposa y la hija que llevan dos años prodigándole cuidados y cubriendo gastos médicos, se quedan en silencio. La esposa llora y la hija sabe que no es por la muerte del finado. Anoche su mamá se quedó cuidándole y el frasco de sedantes está en la basura.
