La encrucijada de Rubén García García

Sendero

Llegaban mujeres doblando orillas; zurciendo esperanzas. Tú no llegabas. En mis sueños veía que el desasosiego dormía contigo. En el cielo de tus ojos pasaba el presagio como nubes aceradas que transitaban en sospechosa calma. Despertaba con un resabio amargo. Siguen pasando mujeres que hilan en el camino. No te veo. Nada, solo soñé con fantasmas de luz. Sin embargo, sigo esperando a que cruces.

No sé que llegará primero si la esperanza o la muerte.

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