Sendero
Todos podemos hablar, algunos se quedan con las palabras en la boca, otros simulan esparcir confeti en un carnaval, o insuflan la palabra y como globos se pierden en el cielo. Los menos, son discretos mesurados y oportunos. Algunas frases sobreviven y dentro de estas, muy pocas se quedan enjauladas y nunca se van, por ejemplo: «mi mamá me mima»
