Sendero
La mañana radiante se disfrazó de una tarde vieja.
—No tarda en caer la tormenta, dijo la abuela.
Tomó al nieto y se fue a una loma con su comadre. Quizá algo peor venía …le dijo para convencerlo:
—Se ve mejor la lluvia desde el cerro, que estando encaramados sobre el techo de la casa.
El nieto gimoteaba, se distraía correteando a las gallinas en el patio.
—Abuela, yo quería ver cómo navega mi barquito, también escuchar el cacaraqueo de las gallinas cuando la corriente las revuelque.
