sendero
¿Adónde irá, veloz y fatigada,
la golondrina que de aquí se va?
¡Oh, si en el viento se hallara extraviada
buscando abrigo sin poderlo hallar!
Junto a mi lecho le pondré su nido
en donde pueda la estación pasar.
También yo estoy en la región perdido,
¡Oh, cielo santo!, y sin poder volar.
Dejé también mi patria idolatrada,
esa mansión que me miró nacer.
Mi vida es hoy errante y angustiada
y ya no puedo a mi mansión volver.
Ave querida, amada peregrina,
mii corazón al tuyo acercaré,
oiré tu canto, tierna golondrina,
Recordaré mi patria y lloraré.
la melodía de la canción es obra del mexicano Narciso Serradell Sevilla (Puerto de Alvarado, Veracruz, 1843-1910, hijo deNarciso Serradell, catalán de origen, y de Rosario Sevilla, mexicana), la presentó a concurso con el título de las “golondrinas” del que salió triunfador. La letra en que se basó Serradell, tiene una historia sorprendente.
En un poema escrito en árabe, original del último rey abencerraje de las Alpujarras (Granada), Aben Humeya (1545-69), éste escribía con nostalgia la despedida de su tierra al huir, tras ser vencido, con una dedicatoria final ‘al objeto de mi amor sublime’.
Descubierto casualmente el texto siglos después por un investigador francés en Marrakech. (hubo hasta tres versiones traducidas antes de que el escritor vizcaíno Niceto de Zamacois (1820-1885) hiciese la más acertada versión). Ésta, impresa en una hoja de una vieja revista francesa junto a otros papeles de embalaje, fue la que aportó el texto definitivo que dio soporte a la música de Serradell. La canción compuesta en 1862 (19 años de edad del autor) se convirtió en emblemática para los exiliados mexicanos en Francia durante la segunda mistad del siglo XIX.
DATOS DE SU VIDA
Nace en Alvarado, Veracruz. Mex. Su vida está empedrada de aventuras. Se fuga en dos ocasiones del seminario. obligado por su madre a que tuviera estudios religiosos. Su vocación por la música es fuerte, y en tres meses cursa todos los grados de solfeo, en el Convento de San Francisco. Rompe con su familia, y se inscribe como alumno en la Escuela Nacional de Medicina.
En 1862 estalla la guerra contra Francia. Se alista a defender a su Patria. El ejercito al mando del General Ignacio Zaragoza. En la batalla del cinco de Mayo fue hecho prisionero por los zuavos y expatriado a Francia. Su canción al conocer su posible muerte, sus amigos la entonaban para recordar su heroísmo. “Ave querida, amada peregrina mi corazón al tuyo estrecharé, oiré tu canto, bella golondrina, recordaré mi patria y lloraré”
Sentenciado a destierro fue llevado a Francia Tres meses después, en el presidio de Clermont-Ferrand, se le notifica que podía regresar a México, ya que la sentencia había sido anulada. Pero decide quedarse en París, donde se mantuvo dando lecciones de español y de música. Su hermana lo describe como un hombre alto, de complexión fuerte, «sanguíneo», pelo rubio rizado, ojos azules, de carácter afable e irónico.
En Paris estudia idiomas y medicina, y entre sus alumnas de español estaba la vizcondesa de Dufresnelle, con quien tuvo un romance, muy comentado en su época.
Para 1865, Serradel regresa a México, viviendo en Tlalixcoyan, población que se encuentra entre el puerto de Veracruz y el de Coatzacoalcos, donde ejerció la medicina y el arte musical, organizó varias orquestas típicas y una banda, siendo su discípulo predilecto Rodrigo Barcelata, padre de Lorenzo, el autor del vals María Elena. En 1869 se casa con Telésfora González, y veinte años después se trasladó a la ciudad de México, donde se dedicó a la enseñanza de la música. Escribió mazurcas, danzones, danzas, polkas, canciones y en su última época, himnos patrióticos escolares. Poseía una biblioteca valiosa, de la cual hubo de deshacerse en las postrimerías de su vida, para vivir con su importe. “En mi juventud –decía entonces-, el contenido de mis libros alimentó mi espíritu, y ahora en mi vejez alivia mi cuerpo”. Murió el 25 de octubre de 1910, y la oración fúnebre que se pronunció el día de su entierro, la produjo la escritora María Luisa Ross. En su juventud lucha contra los franceses, en el cerro de Loreto de la ciudad de Puebla, donde fue hecho prisionero junto con otros valientes, aquel inolvidable 5 de mayo.
Como dato curioso esa canción se la cantaron a Porfirio días cuando en el puerto de Veracruz se embarcaba a Europa.

Por desgracia no he podido encontrar alguna pista de su estancia en Francia, y lo peor tampoco las obras musicales que produjo. No me cabe que si a los 19 años compone las golondrinas, no haya producido otras obras de calidad y belleza.
Sería loable que algún historiador musical hurgara en el tiempo y buscara sus trabajos. Como se hizo con la letra de la canción que es emblema de México y al escucharla nos conmueve.