Sendero
Era vocal, simpático, convenció a un club frecuentado por parejas que él era homosexual, es cierto: uñas bien arregladas, discretos movimientos, su cartera de bolsita. Era administrador de una cadena de servicios de belleza y dietéticos. Servicial y atento, ganó su confianza. Las mujeres, cuando los varones veían hacia la alberca, algunas le cerraban el ojo…

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