sendero
En el circo con función de media noche, aplauden cuando hago sexo oral y retumban con gritos cuando he satisfecho a media docena de ejemplares masculinos. Y es una locura si uno de ellos quedó emasculado. Por supuesto que lo que devoro es una copia de un pene hecho de almendras. solo el administrador del circo y la “mujer” barbuda sabe que sí soy capaz.
