Sendero
Ella le susurra, aquí hay mucho ruido. Llévame donde estemos solos. Al día siguiente vio las sábanas revueltas, y resabios en su piel. La humedad, y el vapor opacando el espejo del baño. supuso que estaría en la tina. Corrió las cortinas con suavidad, no había nadie. Movió la cabeza y se dijo: «Malditos sueños, cada vez son más reales».
