sendero
Ayer cumplió ochenta y hace más de cincuenta años que tolera un dolor de cabeza que la hace llorar y que sin previo aviso se instala por unas horas y se va. Agrega que, si el dolor se ausentara, tendría miedo de dormirse.Tantos días a su lado, que sin él, el presagio es oscuro.

Cielos!
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Gracias por comentar al microtexto. Un abrazo y feliz semana
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Espléndidos…la pintura y el texto
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