Sendero
En la cima hice una pila de los poemas. Allí corría el agua, el rubí sobre la espuma, el collar de semillas, la noche y su murmurar. Los besos de juventud se elevaron antes de que el fuego Los dispersara. Ardió y en unos minutos mi vida se hizo humo. Bajé con un siglo de edad, pero dispuesto a sonreír por la llegada de las garzas.

Linda prosa y ¡qué bella imagen la acompaña, Rubén! Te invito a leer mi poema CELOSA LUNA. Un abrazo.
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