Sendero
Ayer, El “compa”, un hombre de palabra, pasada la media noche regresó a su casa. En la jugada perdió el usufructo de su trabajo. Tuvo la corazonada de que la siguiente partida ganaría, y no teniendo efectivo apostó los cilindros de gas de la estufa. Fiel a su palabra fue por ellos a su casa y pagó su deuda. Por la mañana sacó de su escondite unos billetes y antes de que se levantara su esposa, le dijo “vístete, iremos a la barbacoa” Cuando regresaron, la mujer se percató que no estaban los cilindros y llorando le contó a su esposo. “la delincuencia no descansa” contestó y se quedó profundamente dormido soñando en la rueda de la fortuna