Sendero
La carretera corre hacia la lejanía. Escucho el motor que pasa a mi lado. Es una motocicleta que se vuelve diminuta. Corro, el sol sobre la espalda y mi sombra sobre el gris del asfalto. En la cima, encharcado de sudor puedo tomar las nubes. Podría lavarme la cara con el agua del rio, el que corre abajo y parte los cerros. Seco de la garganta. Soy lluvia que riega mis pasos.
La moto viene de regreso, tan veloz que se pierde en las nubes.

Precioso relato.
Abrazos mi poeta amigo
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Ya lo había escrito, pero lo rehíce, y sabes también me gusto, el texto tiene vida y movimiento y el final se sale de lo real. Abrazo querida amiga.
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