DESCORTESÍA DEL SUICIDA
En la estación de Can Boixeres una mujer protestaba por la detención de los trenes. En la estación de Sants un hombre se había arrojado a las vías. En la estación de Can Boixeres una mujer protestaba por los constantes suicidios en las horas de máxima afluencia de público.
MEDIDA POR MEDIDA
El cardenal juzgaba que el gran error del régimen franquista había sido permanecer en el poder cuarenta años. La duración ideal de una dictadura debía ser de diez años.
EL PLACER DEL TEXTO
Una máquina de escribir atravesaba la noche. También mi pensamiento escribía su página nocturna.
LA PUERTA CONDENADA
De niño, en el barrio, se relataba la aventura de un vecino que había sobrevivido a un naufragio flotando durante una semana sobre una puerta. Desconozco quién era e incluso si la peripecia acaeció de verdad, pero no dejo de meditar en ese hombre, azul y agua, negro y agua, asido a una puerta por la que no es posible huir.
BORRADOR
Debería pasarme a limpio.
LAS CUENTAS CLARAS CONSERVAN LA AMISTAD
Dos escritores se conocen en la presentación de sus respectivos libros. Dado que simpatizan de inmediato y ambos ignoran la obra del otro, acuerdan no leerla para prevenir que un eventual juicio desfavorable enturbie su naciente amistad. Los dos cumplen su promesa y, por ello, su estima mutua se afianza cada vez más hasta el final de sus días.
(Estos textos seleccionados por el autor pertenecen a Descortesía del suicida)

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