Sendero
El niño duerme y despierta.
El viento frío hace bailar a los árboles.
Los dos cartones que tiene no le bastan,
despierta, tirita y escucha
los pasos de hormiga que huyen.
Llega un perro y se echa a su lado.
Su piel, pulso y corazón de pajaro agradecen.
Mañana llegará el sol.