«O dispara usted o disparo yo» Antología organizada por Lilián Elphick
Cástulo Aceves
Sonrisa
El payaso detective se propone encontrar al asesino del mago.
Interroga al malabarista hasta convencerse que no tiene nada entre
manos. La mujer barbuda es también fatal, mediante sus habilidades
seductivas lo convence de que es inocente. Arroja más de diez veces al
trapecista hacia el vacío sin lograr que confiese ante la tortura. Los
demás payasos aseguran haber estado en el mismo auto compacto esa
noche, logrando así su coartada. Uno a uno va descartando a los
habitantes de esa carpa. Al regresar a la escena del crimen, el mago, de
pie e ileso, lo observa expectante. El investigador lo mira confuso.
¿Aún no lo resuelve?, exclama histriónico aquel hombre, ¡nunca habrá
mejor acto que un crimen perfecto! Del sombrero saca una pistola, el
disparo es preciso. La única pista para resolver el nuevo crimen es una
indeleble sonrisa.
Cástulo Aceves.
Guadalajara, Jalisco. 1980. Autor de Acteon
(Ed. Paraíso Perdido, 2013), Las Instancias del Vértigo (CECA Jalisco,
Mar. 2013), Los nombres del juego (Ed. Paraíso Perdido, 2006) y Puro
Artificio (Ed. Humo, 2004). 1er lugar en el concurso estatal de cuento
“Adalberto Navarro Sánchez” (2004). Cuentos suyos han sido
traducidos al inglés e italiano.
Sergio Astorga
Delación
Su paso criminal lo delató, no su mirada.
Niño Envuelto
Encerrado de noche y mañana, el niño se escondió entre las
sábanas.
Cuando lo encontraron sus ojos se habituaron a la eterna
oscuridad.
Sergio Astorga.
Soy de México, de su ciudad. Actualmente
radico en Porto, Portugal. He sido artista independiente. Estudié
Licenciatura en Comunicación Gráfica en la Escuela Nacional de Artes
Plásticas (Antigua Academia de San Carlos UNAM) y Letras
Hispánicas, Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. He publicado
en suplementos culturales y en revistas, tanto textos como dibujos. Soy
editor de la Revista Brevilla, junto a Patricia Nasello y Lilian Elphick.
Gestiono blogs: Antojos y Conversa en el balcão del Abarrote .
Agustín Cadena
El Asalto
Salió corriendo con la pistola en alto y el sonido de la alarma
ladrándole detrás como un perro. En la calle, la banqueta comenzó a
hundirse en cada sitio donde él pisaba. Un viejo se atravesó en su
camino y él tuvo que dispararle. Saltó por encima de la cara muerta y
siguió corriendo…
—¡Abuelita! —el niño despertó con sus propios gritos y le pidió
a la mujer que dormía a su lado que encendiera la luz.
—Soñé que era un hombre malo: un ladrón.
Ella se levantó a encender la luz, volvió a la cama y trató de
consolar a su nieto. Le acarició los cabellos hasta que lo sintió
dormido.
El viejo dejó de pensar en el aumento a las tasas de interés, en la
boda ya cercana del último hijo soltero, en sus lentes, que esperaba
cambiar para el día de la fiesta. Miró su imagen en el cristal de una
tabaquería y se acomodó el sombrero. Por un segundo había sentido,
emergiendo de las aguas más empozadas de su memoria, el frío aletazo
de un pez inquietante: ese rostro ya lo había visto antes, en sueños,
quién sabe qué noche de hacía muchos años. Se acordó de la abuela
que lo cuidaba de niño…
Entonces lo distrajeron el sonido de la alarma y el de un joven
enloquecido que venía con una pistola en la mano. Un ojo negro y
profundo se volvió hacia él y le miró el pecho.
Agustín Cadena
Es novelista, cuentista, ensayista, poeta y
traductor, además de profesor universitario de literatura. Ha publicado
más de treinta libros y ha colaborado en más de cincuenta
publicaciones de diversos países. Ha recibido varios premios
nacionales e internacionales y parte de su obra ha sido antologada y
traducida al inglés, al francés, al italiano, al griego, al portugués y al
húngaro.
