Acecho
Diana es una planta sexual que inunda con su aroma la atmósfera oscura del jardín. Hurto una de sus flores, pero el gruñido de la pantera que acecha entre la espesura me obliga retroceder. Con el corazón en un hilo, me agazapo a la espera del zarpazo definitivo, de la dolorosa y fatal dentellada. Un viento azul de muerte estremece mi carne. «Tómame», susurra una voz vidriosa sobre la cama. Lleno con su imagen mi cabeza y caigo en el abismo de su cuerpo abierto.
