Tomada de la antología coordinada por Lilian Elphick
El último retorcimiento del cuchillo de Cristobal Zapata
En la nevera el cuchillo reposa su larga siesta de invierno.
Separado de mi mano, descansamos. Cuando lo despierte derretirá su
hielo en la caliente linfa de tu ombligo. Quiero escuchar cómo se
quiebra tu sangre en su glacial cubierta hasta ahora intacta, helada,
llena de amor.
Alberto Blanco Rubio (Salamanca, 1987)
El asesino se confundió con su víctima para matar las horas de
tedio».
«Aquella pista le llevó a comprender que el único final que
verían sus ojos tendría el perfume de la sangre».
