Dios totalmente se hizo hombre pero hombre hasta la infamia, hombre hasta la reprobación y el abismo. Para salvarnos, pudo elegir cualquiera de los destinos que traman la perpleja red de la historia; pudo ser Alejandro o Pitágoras o Rurik o Jesís; eligió un ínfimo destino: fue Judas.
Tres versiones de Judas – J. L. Borges. Tomado del muro de Alma Cervantes