De Rubén García García
Las hermanas tejen en el pórtico. oleadas de viento refrescan.
—Yo creo que nuestras hijas ya se quedaron a vestir santos.
—Sí. Ya van muchos trenes que se le van y no aparecen los nietos.
—Ya le dije a Eulalia que se busque un macho para que le haga panza.
Las primas entrelazadas se disfrutan y no pueden evitar que algún gemido se escape.
—¿No escuchas como que lloran?
—Sí, pero no hagas caso. Es el cotorro del vecino que grita y dice “quiero más”

TE quedò muy bien.
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También a mi me gusta. esta escrito con lo esencial. Gracias por venir amiga. Besos y rosas.
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Cuidate, aùn tienes mucho por escribir.
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