Por Dina Grijalva
Tomado del microdecamerón
El viento agita mi vestido de playa mientras me acerco hacia él.
Cuando estamos cerca, decido sentarme en la arena y es él quien
viene a mí. Cuando llega y toca mis pies, mi piel tiembla. Sube por
mis piernas, levanto mi vestido para que nada se interponga entre
mi deseo y él. Me acaricia y penetra intenso entre mis muslos.
Olas de placer me inundan.
(Ciudad Obregón, Sonora). En la primavera de 2008 visitó Buenos Aires y nació como minificcionista. Desde entonces es hacedora y promotora de ese maravilloso género. Sus libros de minificción
son: Goza la gula, Las dos caras de la luna, Abecé sexy, Mínimos deleites y Cuestión de tiempo. Ama a
los Cronopios, cultiva un bonsái y sueña con habitar en Liliput. Minificciones suyas han sido incluidas enuna veintena de antologías.
