Llevo un insecto estampado en la suela de mi zapato. Se atravesó en mi camino, y lo sepultaron mis pasos. Vive aún: escucho sus latidos, sus aleteos. Piso toda la ciudad con mi insecto a cuestas, recorro las calles, entro en los mercados, camino por las azoteas y los zaguanes. A veces me parece que todo mi recorrido no es sino un largo mensaje. Tal vez pueda leerse mi escritura caminante, tal vez las nubes sean testigo de los periplos de mi insecto y yo. Tal vez desde lo alto pueda leerse: llevo una suela de za-
pato encima de mi cuerpo.
Microficción argentina. Antología, responsable, Clara Obligado.