El viejo entró a su casa, apoyó suavemente el hacha contra alguna forma vertical y cerró la puerta. Deslumbrado por la oscuridad, al principio solo escuchó olas y viento que rompían sobre una playa. Luego poco a poco, apareció sus pies el lago buscando extensión hasta el horizonte. Antiguos bosques cubrían las márgenes y cortaban el aire cantos de pájaros exóticos. No se inquietó: con los años había aprendido que el asombro demora inútilmente la fatalidad. Extrajo anzuelos y tanza de un cajón y, arrugando la frente, definió una orilla para pescar.
Antología de microcuentos argentinos. Selección de Clara Obligado
Que hermoso viajar con unas cuantas letras.
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Así es. De un momento el paisaje cambia. Destacado comentario por su verdad. Abrazo.
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¡Qué bueno ver que alguien más rescata a Jorge Accame! Ese cuento también está en mi blog, así como algunos otros de Mandrini (me refiero a Lapizázulix, que es donde trabajo con microrrelatos; el otro blog está más vinculado con otras temáticas).
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Me lo encontré en una antología. Es excelente. Gracias por la información amiga Silvina. Abrazo grande.
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Olvidé mencionar en el otro comentario que Jorge Accame es mucho más conocido por su obra teatral en la que por cierto toma temas y desafíos interesantes.
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Gracias por venir y comentar la mini, que es hermosa y se ve la garra de un excelente escritor. Abrazo Silvina y nos estaremos leyendo.
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