El coche se detuvo a escasos kilómetros de su destino. Entre la neblina del anochecer visualizó una columna ruidosa que parecía festejar una fiesta de Halloween. Bajó del auto y se incorporó a la fila, que ya regresaba satisfecha de haber conmemorado su día.
Reblogueó esto en Acuarela de palabrasy comentado:
Decir sin decirlo y en apenas dos/tres renglones… Me en-can-tó! Y me lo guardo aquí. Los que escriben podrán aprender muchísimo más en el blog de Rubén…
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En eso está pensado Acuarela, en el escritor que inicia. Por supuesto el que ha llevado una carrera de escritor, servirá para recordar o darle clik a otro blog. Quizá abreve un jovencito que sea el día de mañana un grande. O un viejo que tenga aún deseos de aprender, como yo. Buena elección, hay otro cuento que no lo pongo por su extensión, también de ella.
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