Nasrudín se encontró en la calle con un estafador.
—¡Me habían dicho que estabas muerto y enterrado! —exclamó el mulá.
—Como ves, estoy vivo y en perfecto estado —contestó el otro.
—No pienses que voy a caer en esa trampa —dijo Nasrudín—. Si dices que estás vivo, seguro que estás muerto. ¡Todos sabemos lo embustero que eres!
Nasreddin, o Nasrudín, es un personaje mítico de la tradición popular sufí, una especie de antihéroe del islam, cuyas historias sirven para ilustrar o introducir las enseñanzas sufíes, se supone vivió en la Península Anatolia en una época indeterminada entre los siglos XIII y XV.
Nombre
Nasr-ed-Din significa “victoria de la fe” y Hodja, “el maestro” o “el profesor”. También se le conoce como “El maestro Nasreddin” (Nasreddin Hodja) y Mulá Nasrudín.
Historia
Nasrudín es un Mulá (maestro) que protagoniza una larga serie de historias-aventuras-cuentos-anécdotas, representando distintos papeles: agricultor, padre, juez, comerciante, sabio, maestro o tonto. Cada una de estas historias cortas hace reflexionar a quién la lee u oye, como una fábula, y además suelen ser humorísticas, con el humor simple de lo cotidiano, a veces con contrasentidos y aparentes absurdos.
Sus enseñanzas, que han sido y son utilizadas por los maestros del sufismo, van desde la explicación de fenómenos científicos y naturales, de una manera más fácilmente comprensible, a la ilustración de asuntos morales.
Idries Shah recopiló y popularizó en Occidente al personaje a través de diversas recopilaciones de estos cuentos breves rescatados de la literatura y tradición oral de las culturas donde es conocido. Nos hace saber que el personaje pasó a la figura árabe de Joha, para reaparecer en el folklore de la Isla de Sicilia y después en algunas historias atribuidas a Baldakiev en Rusia, así como al antiguo libro francés de las Fabulas de María de Francia.
Los cuentos de Nasrudín actualmente llegan a ser aproximadamente 378. Son textos que tratan de distintos temas, generalmente morales, cuyas enseñanzas se amparan en el ingenio y el humor.
Idries Shah siempre consideró que la sabia y absurda lógica de los cuentos de Nasrudín, era uno de los métodos más ingeniosos que tenían los sufíes para romper la forma de pensar habitual, adentrándose así en un mundo despojado de prejuicios.
Nasrudín es considerado un Don Quijote islámico porque acostumbra a ser cuerdo en su locura y abarca todo el ingenio popular de Oriente Medio transmitiendo de forma simplificada las enseñanzas del sufismo.