El origen del chöka como forma poética se remonta a la época medieval del Japón. Siendo este tipo de poema un cauce principal de buena parte de la poesía lírica de la época, en el año 759 D.C., Otomo no Yakamochi lo recoge en la antología Manyōshū.
Al parecer, en esta antología los autores masculinos escribieron poemas chöka bastante largos, entre 50 y 100 versos, con un marcado tono externo, dejando poco lugar a los asuntos íntimos, sentimientos y emociones. Las mujeres escritoras, sin embargo, prefirieron el tanka, pues sintieron que este era mejor instrumento poético para desplegar su sensibilidad femenina. El chöka no prohíbe sin embargo el tema emocional, sentimientos y asuntos íntimos; su contenido puede ser variado y amplio en general.
Las pautas para escribir un chöka son las siguientes:
No lleva título (en esto se parece a los de métrica tei kei)
No lleva rimas consonantes
Es posible usar rimas asonantes
Admite todo tipo de recursos líricos y retóricos
La cantidad de versos es variableuede ser tan largo como el poeta guste
La cantidad mínima de versos, dada su configuración métrica, es de 7 versos,
Un chöka debe terminar en un katauta de 3 versos con métrica 5-7-7 y contener 2 o más pares de versos 5-7;
de esta cuenta, su métrica mínima es: 5-7, 5-7,5-7-7
Caen los pétalos
en el alma de invierno
la primavera
ya acaricia su pelo
se enreda en él
como óleo de flores
luz de color
baña tu melena áurea
flamea al viento
presagia el esplendor
de la vida que brota.
Haijin María
https://elficarosa.wordpress.com/2016/10/31/poesia-japonesa-和歌-choka/
Sí, es tulipán;
los botones cerrados
los mueve el viento.
Las abejas y yo,
hacemos ronda…
ellas para libar
y yo, para admirarlo.
Rubén García García