Viajó hasta ese rincón del universo para protestar ante Él por las miserias humanas y para hacerle entender que las diferencias de color entre los hombres eran causa de los sentimientos de superioridad, de ambición, de envidia y de temor, provocando con ello que se mataran entre hermanos.
Y en representación de la humanidad gritó de frustración. Gritó de dolor y gritó de impotente enfado ante lo que acabó por comprender en ese sitio; pues en vez de encontrarse cara a cara con un ser divino -un ente descomunal-, sólo vio un trono de piedra que los eones habían derruido y entre los restos encontró un polvoso cartel que decía:
-SEDE OFICIAL DE LA DIVINIDAD-
-VACANTE-
Diego Rivera
Tomado de Fb