En mi tribu cada año nacen menos y enterramos más. La recolección de leña es pobre, y el frío que se avecina será atroz. El valle se ha ido marchitando. El forraje fresco lo disputamos con los animales. Si emigrásemos, las montañas serían nuestra tumba.
Chak, Chia y yo fuimos hacia la manada de puercos. Ningún animal nos teme porque somos vegetarianos. Con sigilo, apartamos dos pequeños del rebaño y los purificamos con fuego en la pedrera. La tribu se resistía a comerlos, pero los estimulé cuando yo lo hice.
El ulular del viento anuncia las heladas. Hay suficiente leña y los críos tienen sol nuevo en sus ojos.

Ruben las tribus de verdad que son especiales y resisten más que los que vivimos en la ciudad. mejor que comieran, porque si no mueren.
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Así es belleza , si ahora es difícil, imagina que pasó cuando el hombre apareció en la tierra. Gracias querida amiga por venir a verme, siempre es una caricia tu comentario un beso y un ramo deflores rojas-
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Que difícil debió ser la vida en las tribus.
Excelente relato querido Don Rubén.
Un fuerte abrazo.
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Rotze, mira lo que trato de decir en esta brevedad es que si el hombre prehistórico no hubiese pasado de herbívoro a carnívoro, el hombre actual no viviría…. tan sencillo como eso. besos amiga linda y gracias por venir
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Me encanta que los propios animales sepan que los protagonistas son vegetarianos aunque luego no actúen como tal. Beso!
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quizá lo que enmarcas, permitió que los hombres pudiesen persistir en el tiempo y el espacio. Gracias compañera de minis y te dejo un abrazo y bello domingo hayas tenido
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Otro abrazo para ti.
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La historia de la humanidad es la historia de la adaptación, si lo miramos bien una fuerte ternura nos recorre el cuerpo pensando en nuestros antepasados más o menos lejanos.
Un Abrazo Rubén 🙂 .
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Simplemente querido amigo somos gracias a ellos… un gran abrazo… y bella tarde tengas.
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