El blog no tiene propósitos comerciales-Minificción-cuento-poesía japonesa- grandes escritores-epitafios
CANÍCULA
Cuando comía la sopa, — ¿No quieres más?, me decía—. El sol hacía arder la lámina de zinc, y el calor nos deshacía en la casucha. Entonces sacaba la poltrona y la tendía bajo la sombra del mango. Ella traía un banco y, me hacia descansar las piernas sobre el. Se arrodillaba. Con tijeras y escalpelo recortaba mis uñas de los pies y con la lija de piedra frotaba la planta y el talón. Yo, confiado en su destreza dormía.
Un día ya no quiso hacerme nada. Sus amigas le aconsejaron que su proceder era una actitud sumisa. ¡Qué vivíamos otros tiempos! Con mis manos torpes me herí y días después mis piernas cambiaron a un azul marmóreo. Ahora me transporto dentro de un cajón de madera con ruedas de triciclo. Para subsistir, lima los pies de sus amigas, ya que mi pensión es insuficiente.
Ruben, este corto me ha dejado perplejo. No sé si se trata de un alegato feminista, una acusación a la culpabilidad ajena, una retorcida manipulación de los sentimientos, una llamada al desmantelamiento de la hipocresía, o tal vez a todo ello en su conjunto. Pues no hay conducta que no lleve dentro de todo un poco.
La unión de la pareja no debe de basarse en prejuicios. Si acicalarse contrapone normas feministas y golpea las emociones, pues tarde o temparano la vida pudiese pasar factura… Gracias querido amigo por llegar. Recordaras a los viejos de que la canícula era el espacio donde las infecciones se alborotaban por el inmenso calor. Recuerdo que lo situaban en el mes de agosto, es decir a fines de primavera y principios de verano… Gacias por llegar Rub
Que triste. Es cierto que uno no deberia dar por sentado que la pareja le cuide. Pero de ahi a terminar con las piernas gangrenadas… me parece un poco mucho, incluso en la canícula. Un saludo
Y sucede Conchita, pues la epidemia de diabetes que sufre el mundo, conlleva a que una herida infectada se convierta en gangrena y se tenga que amputar. Agradezco que me hayas visitado y me dejes un comentario que me pone alegre… un abrazo Rub
Rub has logrado que al final me estremeciera. Planteas algo muy fuerte. Las amigas (que parecen personajes secundarios) siembran la cizaña y al final la cocechan, cobrando una importancia que sorprende. Felicitaciones, muy buen cuento. Un abrazo.
Amiga Ana «Arma de casa» tu comentario es cierto. Dejarnos llevar por el que dirán, conlleva resultados impredecibles. Agradezco tu visita y dejar tu comentario en mi casita. Un abrazo Rub
Gracias por el comentario en mi blog siempre es grato que alguien te lea.
Un día le pregunté a un señor que estaba en un hospital sin pierna, el motivo de la amputación y me dijo que había empezado por andar cortandose un callo de mala manera y me dejó sorprendida, pero es cierto lo de la diabetes y la cantidad de gente joven que la padece.
Un saludo
Problema , en mi pais, la diabetes ha pasado a ser uno de los factores sobresalientes de incapacidad, amputaciones, ceguera… gracias por haber llegado y nos estaremos leyendo . un abrazo enorme Rub
Sinceramente, me encantó. Un cuento corto, cruel por la realidad que describe, y que es tan común a tanta gente. No sobra ni falta nada..
Suerte, y hasta pronto..
Ruben, este corto me ha dejado perplejo. No sé si se trata de un alegato feminista, una acusación a la culpabilidad ajena, una retorcida manipulación de los sentimientos, una llamada al desmantelamiento de la hipocresía, o tal vez a todo ello en su conjunto. Pues no hay conducta que no lleve dentro de todo un poco.
Me gustaMe gusta
La unión de la pareja no debe de basarse en prejuicios. Si acicalarse contrapone normas feministas y golpea las emociones, pues tarde o temparano la vida pudiese pasar factura… Gracias querido amigo por llegar. Recordaras a los viejos de que la canícula era el espacio donde las infecciones se alborotaban por el inmenso calor. Recuerdo que lo situaban en el mes de agosto, es decir a fines de primavera y principios de verano… Gacias por llegar Rub
Me gustaMe gusta
Es a fines de otoño amigo blao.
Me gustaMe gusta
Que triste. Es cierto que uno no deberia dar por sentado que la pareja le cuide. Pero de ahi a terminar con las piernas gangrenadas… me parece un poco mucho, incluso en la canícula. Un saludo
Me gustaMe gusta
Y sucede Conchita, pues la epidemia de diabetes que sufre el mundo, conlleva a que una herida infectada se convierta en gangrena y se tenga que amputar. Agradezco que me hayas visitado y me dejes un comentario que me pone alegre… un abrazo Rub
Me gustaMe gusta
Rub has logrado que al final me estremeciera. Planteas algo muy fuerte. Las amigas (que parecen personajes secundarios) siembran la cizaña y al final la cocechan, cobrando una importancia que sorprende. Felicitaciones, muy buen cuento. Un abrazo.
Me gustaMe gusta
Amiga Ana «Arma de casa» tu comentario es cierto. Dejarnos llevar por el que dirán, conlleva resultados impredecibles. Agradezco tu visita y dejar tu comentario en mi casita. Un abrazo Rub
Me gustaMe gusta
Gracias por el comentario en mi blog siempre es grato que alguien te lea.
Un día le pregunté a un señor que estaba en un hospital sin pierna, el motivo de la amputación y me dijo que había empezado por andar cortandose un callo de mala manera y me dejó sorprendida, pero es cierto lo de la diabetes y la cantidad de gente joven que la padece.
Un saludo
Me gustaMe gusta
Problema , en mi pais, la diabetes ha pasado a ser uno de los factores sobresalientes de incapacidad, amputaciones, ceguera… gracias por haber llegado y nos estaremos leyendo . un abrazo enorme Rub
Me gustaMe gusta
Sinceramente, me encantó. Un cuento corto, cruel por la realidad que describe, y que es tan común a tanta gente. No sobra ni falta nada..
Suerte, y hasta pronto..
Me gustaMe gusta
Gracias por haber llegado amiga Stella y bello fin de semana Rub
Me gustaMe gusta