EL CONSEJO

Cuando el Doctor Torres puso su mano fina sobre el hombro de su ahijada y la llevó a un sótano aledaño al consultorio, el frío le erectó con violencia los pezones, haciéndolos sobresalir de su blusa escolar.
Ordenados en fila, del más grande al más chico, en los botellones reposaban los fetos con sus ojos glaucos. La cabeza del mas grande se hundía en el formol como una pelota macabra. Pegadas las manos a su cuerpo y las piernas dobladas como si aún tuviesen frío.

La mano del doctor recorrió su cuello y le jaló la oreja.
— Cada vez que forniques con un varón, siempre estarás en riesgo de que tu matriz forme una criatura, como las que están en los frascos. Así que debes de tener cuidado.

La púber salió impresionada de aquellos seres que parecían nadar en el líquido ámbar y muchos años después, cuando hacía el amor, veía en la frente de su amante aquellos ojos que con una mirada ausente la juzgaban.

16 Comentarios

bybarbs dice:

noviembre 9, 2010 a las 04:40

Estoy segura que he sentido el mismo escalofrío de la protagonista :S

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1. rubengarcia dice:
  
  noviembre 9, 2010 a las 12:46
  
  Un gusto de que te hayas acercado, siempre bienvenida y gracias por comentar… un abrazo Rub
  
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annefatosme dice:

noviembre 9, 2010 a las 05:09

Escalofriente, rub! lo he visto como una película y he pasado miedo. Un ambiente muy conseguido.
Un abrazo,

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1. rubengarcia dice:
  
  noviembre 9, 2010 a las 12:51
  
  Querida Ann, consejos de médico carente de sensibilidad. Una amabilidad de tu parte llegar hasta mi casita. Un abrazo Rub
  
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stellamantrana dice:

noviembre 9, 2010 a las 10:37

Otros tiempos… Pocas palabras…Para no olvidar…
Un gusto.

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1. rubengarcia dice:
  
  noviembre 9, 2010 a las 12:52
  
  Stela gracias por llegar y dejar tu opinión. un abrazo Rub
  
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Concha Huerta dice:

noviembre 9, 2010 a las 16:18

Jesús que fuerte. Menuda forma de cortarle la sexualidad a una joven. No se si resultaría efectiva pero para que que seguro que traumática. Un saludo

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1. rubengarcia dice:
  
  noviembre 9, 2010 a las 19:56
  
  Un abrazo y gracias por haber llegado. Si, una forma traumática de enseñarle sexualidad de tiempos idos, pero seguramente en alguna parte de nuestro planeta se sigue repitiendo. Una amabilidad tu comentario… Rub
  
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Ana Maria Cadavid dice:

noviembre 10, 2010 a las 19:27

Hola Rub, me hiciste recordar un «museo» de ciencias que había en mi colegio (de monjas). Un esqueleto, una serpiente disecada y los mismos frascos, los mismos fetos… hasta ahí, gracias a Dios.

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1. rubengarcia dice:
  
  noviembre 10, 2010 a las 20:04
  
  Si, también los llegué a ver. Eran de dar escalosfríos. Pero a la beba la espantaron, no sé si de por vida, pero nada bueno fue para su salud mental. Gracias ana por comentar, un abrazo gigante Rub
  
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mariarosa dice:

noviembre 11, 2010 a las 07:31

¡¡Impresionante!!

Que buen cuento, poca palabras que dicen mucho. Felicitaciones.

mariarosa

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1. rubengarcia dice:
  
  noviembre 11, 2010 a las 16:17
  
  Gracias por compartir tu comentario Mariarosa. Como siempreun abrazo gigante Rub
  
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Blao dice:

noviembre 19, 2010 a las 00:11

Muy fuerte, pedagógicamente hablando.

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rubengarcia dice:

noviembre 19, 2010 a las 07:57

sensibilida digna de un dinosauriio, con respeto para el Tiranosaurio. Un abrazo Rub

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chrieseli dice:

diciembre 10, 2010 a las 09:10

Tienen mucho de morboso los fetos flotando en formol. De hecho los he usado en un par de cuentos.
Esta entrada en particular me recuerda a algunas sesiones de este mismo nivel pedagógico que tuvimos en el colegio.
He llegado de puntillas a tu sitio. Voy a darme una vuelta más seguido.
Slds

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1. rubengarcia dice:
  
  diciembre 10, 2010 a las 09:44
  
  Chriseli esta es tu casa también, como decimos en méxico. También ire a visitarte. Un abrazo Rub
  
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