Insoportable por Rubén García García

Sendero

La vio desnuda. Sus pechos erguidos, una luna rosada alrededor de cada pezón, y su pubis apenas un botón oscuro entre sus largas y fuertes piernas. Lo único que desarmonizaba era su cara: trazos rudos, labios delgados, boca amplia y cicatrices de un acné mal tratado.

Respiró hondo mientras sus dedos rozaban el mango de la sierra. El zumbido llenó la habitación cuando la encendió. No podía soportar más su rostro.

Vincent Van gogh

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